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julio 14, 2022La función del psicólogo clínico consiste principalmente en la prevención, diagnostico y tratamiento de todo tipo de trastornos emocionales u conductuales que pueda presentar una persona. El psicólogo clínico es un experto en provocar cambios, enfocado desde dentro hacia fuera. La persona que no lo busca es un experto en hacer lo contrario. La persona que lo necesita y lo busca es un experto en humildad mental.
Todas las personas necesitamos ir al psicólogo. Así como necesitamos ir al gimnasio para mantener el cuerpo sano; así mismo necesitamos ir al psicólogo clínico su función es ayudarnos a mantener la mente limpia y sacar la basura mental que vamos acumulando a través de vivencias intensas, experiencias desagradables, frustraciones constantes, equivocaciones, consecuencias por malas decisiones, emociones apasionadas, etc.
No es necesario estar loco para ir a buscarlo. Muchas personas piensan que solo los locos van al psicólogo. No es así. Es un concepto distorsionado que se ha generalizado en nuestra cultura.
Cuando se acumula esta basura mental, lamentablemente con el tiempo se degenera en mecanismos de defensa patológicos difíciles de tratar.
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¿Cuándo buscar un Psicólogo Clínico?
Podríamos decir que el alcoholismo es un mecanismo de defensa que solo sirve para negar la realidad y no asumirla. El alcohólico va transformando negativamente mas y mas en su mente, al punto de percibir la vida y su entorno familiar como lo únicos culpables de todas sus desgracias, La negación es su principal defensa.
La proyección de culpas es la segunda.
Todos son culpables menos Él.
Que un alcohólico busque ayuda por si solo es muy difícil. Tendría que topar fondo primero antes de hacerlo. Su compañera la negación tendría que haberlo abandonado.
En el momento que busca ayuda voluntariamente, el psicólogo le va a pedir un requisito principal: humildad mental para aceptar lo que él no ha podido cambiar.
El psicólogo no lo va a culpar jamás, pero si le va a enseñar a responsabilizarse, a revisarse a él mismo como persona. Y como punto de partida hacerse cargo de sus actos y las consecuencias de los mismos para que pueda generar un cambio. Le enseñará en otras palabras a no mirar la paja en el ojo ajeno sino la viga que tiene en su propio ojo. El psicólogo clínico provoca el cambio más no cambia a nadie.
Nadie puede cambiar a nadie, sólo así mismo. Nadie puede dañar a nadie, a menos que la persona lo permita.
Llegar a este punto de conocimiento y discernimiento se necesitan horas de psicoterapia. Es todo un proceso sistemático.
¿Es suficiente un amigo que escuche o se necesita de un profesional de la salud mental?
Es una lástima que mucha gente piense que, con hablar con algún familiar de confianza o algún buen amigo, entonces ya, problema resuelto. No es así, porque ese familiar o amigo en primer lugar está involucrado psicológicamente y eso lo puede parcializar. En segundo lugar no tiene el conocimiento para saber cuándo y cómo interrumpir el diálogo, hacer un diagnóstico y luego un tratamiento.
El psicólogo clínico es un profesional que utiliza técnicas asertivas para no dañar más de lo que ya está. No lo ve como una simple conversación recepta palabras con significados emocionales específicos y no se fía solo en lo que le dice literalmente, sino en lo que dice su lenguaje corporal que más del 70% de la verdad. Otro porcentaje es su tono de voz y sus pausas. Al ser experimentado sólo le basta un poco de tiempo para saber frente a qué pacientes está, cómo va a reaccionar a la psicoterapia y que probabilidades de éxito en su recuperación a futuro tendría.
A veces no es fácil aceptar que necesitamos ayuda psicológica, más aún si pensamos: “Y yo por qué tendría que conversarle mis problemas a un extraño. No necesito que me digan lo que yo tengo que hacer. Soy suficientemente inteligente como para darme cuenta lo que me conviene o no, es mi problema y yo decido cuándo y cómo cambiar”. Son frases típicas de un machista inaccesible e ingobernable, que lo único que demuestra es terror a que descubran que lleva una doble vida.
En realidad, si se diera la oportunidad de buscar un buen psicólogo, le aseguro que se sacaría una carga muy pesada y quedaría completamente aliviado.
Otras personas en cambio piensan que el mejor psicólogo del mundo es Dios y suficiente con contarle sus problemas a él.
Pero lo invito a reflexionar en lo siguiente sobre la salud mental:
No hay ninguna duda que Dios es el mejor psicólogo del mundo. Pero, entonces también tendríamos que reconocer que Dios es el mejor cardiólogo, urólogo, neurólogo, etc. Para no hacerle ninguna injusticia a Dios sobre su infinita sapiencia.
Por lo tanto, porque si usted, que piensa de esta manera, ¿Buscaría urgentemente a un cardiólogo si estuviera frente a un infarto?.. Entonces, ¿por qué no buscar a un especialista de la mente, emociones y actitudes si estuviera igualmente frente a un divorcio, por ejemplo?…..
Los dos especialistas igualmente tienen estudios académicos y son tan necesarios en un momento dado. Porque si usted no buscara al cardiólogo por un posible infarto, es probable que muriera, de la misma manera cuando los pensamientos, emociones y actitudes dañinas, no se atienden a tiempo, su amor propio, su autoestima, su auto referencia, muere por dentro.
Además, Dios en su palabra la Biblia autoriza que el que esté enfermo busque al médico correspondiente (Santiago Cap. 5 Ver. 13 al 15)
Es necesario darle la debida importancia a nuestra salud mental y emocional así como a la física. Somos seres biopsico-social y espiritual aunque algunos no lo quieran reconocer. Son varias necesidades autónomas: sin embargo, interrelacionadas entre si.
Otro ejemplo:
Claro, las emociones gritan en silencio por auxilio y usted nada que las escucha. De repente se ve obligada a visitar a un dermatólogo por unas llagas en la piel. Su diagnóstico: psoriasis. En realidad, sus emociones decidieron hacerse escuchar.