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Contenido
Consecuencia de la cuarentena: El estrés
Una de las principales consecuencias del confinamiento prolongado es el estrés, sensación de miedo, ansiedad y tristeza. Esta se manifiesta en forma de varios desajustes a nivel cognitivo y psicofisiológico. Sus síntomas más frecuentes son: dolor abdominal, diarrea o necesidad frecuente de orinar, mareos, dolor de cabeza, tensión muscular, respiración agitada, frecuencia cardíaca rápida e irregular, sudoración, temblores, fatiga, irritabilidad y problemas de insomnio. Podría pasar que mi mente se convenza a sí misma que realmente estoy contagiado/a, porque debido a la cuarentena y el estrés se confunden entre los demás síntomas del coronavirus.
La Ansiedad y el confinamiento
La ansiedad originada por confinamiento es un fenómeno común. La ansiedad y el miedo no solo a contagiarse y morir, se relaciona también con la prevención respecto al futuro, al qué va a pasar con mi economía, al desempleo, las deudas, la escolaridad de los hijos, etc. Es un constante temor a que se produzcan las consecuencias desagradables que se presuponen van a suceder.
Estrés Postraumático
El estrés postraumático puede surgir debido a la cuarentena. El síndrome de estrés postraumático es un trastorno psiquiátrico que aparece en personas que han vivido un episodio dramático en su vida (guerra, pero el estrés postraumático es un enemigo invisible a simple vista, secuestro, terremotos, muerte inesperada de un familiar y la muerte misma que nos acecha.)
En circunstancias normales, las hormonas y los químicos del estrés que secreta el organismo ante un evento estresante vuelven, en un plazo corto de tiempo, a sus niveles normales.
Podrían desarrollarse, además, otros trastornos mentales como el Trastorno Obsesivo Compulsivo, Trastorno Depresivo o Trastornos de Ansiedad generalizada.
Obsesiones y Compulsiones
Las Obsesiones pueden incluir:
- Tener miedo a los gérmenes o a contaminarse
- Tener ansiedad de perder o extraviar algo
- Preocuparse de que alguna cosa mala le ocurre a sí mismo u a otros
Las Compulsiones pueden incluir:
- Limpiar o lavar excesivamente una parte del cuerpo
- Querer ser tranquilizado constantemente
En estos casos, los genes, las emociones y la situación familiar juegan un papel importante; pero sobre todo tu perspectiva a la nueva normalidad.
Al no poder cambiar la situación que vivimos, lo que podemos hacer es cambiar nuestra perspectiva al respecto, adaptarnos a la nueva normalidad, encontrar y usar la creatividad para movernos hacia nuevas metas, conseguir las soluciones a lo que estamos experimentando o simplemente liberarnos de lo que nos agobia o molesta compartiendo en familia nuevos proyectos de vida.
Decidir cómo manejar el confinamiento y ansiedad dependerá de lo que realmente hay en tu corazón. Lamentablemente algunos cabezas de familia reaccionan ante el estrés con violencia familiar, desestabilizando aún más el ambiente, de por sí inestable por el impacto socioeconómico y psicológico de la nueva realidad que muchos en el mundo por primera vez la estamos viviendo.
Cómo manejar el estrés y la ansiedad
Mirar la vida desde diferentes perspectivas como una ventana o una puerta abierta a tomar nuevas y mejores decisiones, sin que estas sean correctas o incorrectas, sino simplemente decisiones que te lleven hacia donde tú quieres ir, abriendo el camino hacia esa vida que tú quieres experimentar, es una decisión personal.
Cuando tienes la capacidad de hacer lo que amas, te das cuenta de que eres más capaz de lo que crees, de la abundancia y riqueza que hay en tu vida. Mira a tu alrededor y observa detenidamente las verdaderas riquezas que tienes; porque lo que te hace falta económicamente hoy, ya te viene faltando desde hace tiempo, y sin embargo lo haz resuelto de igual forma. Eso no es nuevo para ti.
Agradece a Dios que tienes una familia unida, que observa en silencio qué actitudes ya estás tomando desde lo emocional y espiritual frente al gran drama. Créeme, no desde lo económico solamente esperan de ti el pan de cada día. Lo que esperan de ti va mucho más allá de lo que lleves o traigas a casa. Lo que necesitan no lo venden en ninguna parte porque no tiene precio. Te necesitan a ti, hombre o mujer cabeza de familia, ejemplo de fortaleza, valentía y amor.
Dicen que la sangre es más espesa que el agua; pues tu familia es tu familia y ahora más que nunca tienes la oportunidad de enseñarles cómo se resuelven los problemas inesperados.
Esta sería la clave para poder avanzar en el camino que tenemos trazados hacia la nueva realidad.