¿Somos un matrimonio de apariencias?
abril 11, 2020«Amo a mi pareja pero creo que no me conviene»
abril 11, 2020El precio de ser una persona superficial y materialista es igual a no crecer, no madurar, vivir vacío, frustrado y enojado, entregado a la apatía, rutina y eligiendo criticar a los que viven en paz antes que mirarse con honestidad.
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Personalidad superficial
Una persona es superficial cuando decide serlo y de este modo será incapaz de mirarse interiormente, porque su idea sobre la felicidad se reduce a complacer sus caprichos, sus compras compulsivas, su imagen de gustos caros, sus “viajes al extranjero” aparentando una vida de solvencia económica que en realidad no la tiene, ignorando los derechos de los demás y creer que se puede caminar por la vida pensando solo en “su yo”.
Incluso profesan una religión a través de la cual pueden demostrar una forma de devoción a Dios; pero al ver su forma de proceder hinchada de orgullo, la verdadera persona del interior salta a la vista: !Superficial! ¡Materialista! ¡Narcisista!
Además, se rodean de personas que aparentan ser algo, y no se paran a pensar si en realidad lo son o no. Puede que lo descubran con el tiempo, o puede que les baste con esa imagen superficial, y no tengan más interés.
La persona superficial elige a su entorno en función de su aspecto, por ejemplo: sus relaciones sociales y amistades las ocuparán personas con una buena posición económica. Su pareja nunca tendrá mal aspecto y sus redes sociales estarán plagadas de todo lo feliz que se supone que debe ser. Lo sea o no.
Características de la Persona superficial en la Psicología
La personalidad superficial puede manifestarse cuando las personas son:
Calculadoras
Dedicadas a aparentar, optarán más por su estabilidad económica que sentimental. Esto hace que, en muchas ocasiones, la persona superficial busque pareja calculadoramente, no porque le guste o quiera más o menos, sino porque le garantiza la posición económica que no desea perder.
Lastimosamente, las personas que han hecho de este estilo de vida una necesidad para ser felices tienen el alma fría y la mente ignorante a nivel emocional. Daniel Góleman lo llama: «analfabetismo emocional».
Caprichosas
Y si hay algo que describe perfectamente a una persona superficial y materialista es su capacidad de tener constantemente caprichos. Son viajeros y compradores compulsivos. Lo cierto es que los caprichos guían su vida, ya que si no los consigue, se llena de una cantidad alta de emociones negativas que acaban en un profundo malestar. Así, compra todo tipo de productos que en la mayoría de ocasiones los desperdicia.
Manipuladoras
Las personas superficiales y materialistas suelen ser competitivas, envidiosas, manipuladoras y egoístas, suelen tener los peores resultados académicos; además se caracterizan por su falta de empatía con las personas y el medio ambiente.
Huye de la Persona superficial
De ninguna manera querrás estar emparejado con un o una persona superficial… porque cuanta más importancia le dan a lo material, mayor es la tendencia al trastorno depresivo, de ansiedad, e incluso pueden padecer dolores de estómago, dolores de cabeza e infelicidad crónica y culparte por aquello. De éstos guarda distancia.
No te amarán como mereces
Lamentablemente estos pobres seres humanos saben lo que hacen, están consciente de su personalidad superficial pero deciden no conectarse emocionalmente con otras personas, salvo con las que sean dé su misma condición superficial. Lo hacen a través del materialismo para sentirse relativamente bien.
Para concluir podemos decir que las personas materialistas suelen buscar la felicidad en los bienes materiales al estar insatisfechos con su vida. De esta forma, estarían tratando de llenar un vacío que no podría llenarse. Esto daría lugar a una profunda insatisfacción. Pero lo más terrible: buscará culpables. Son personas tóxicas.
Por otra parte, muchas personas han tenido experiencias negativas con gente con personalidad superficial. Suelen ser poco agradecidos y no tener mucha empatía, por lo que puede que su círculo social y familiar les acaben dejando de lado, a no ser que sean tan competitivos y materialistas como ellos.
Pero esto no les da derecho a caminar por la vida sin respeto, arrogancia y sin valores. Porque con el tiempo todos aquellos que proceden con inmadurez, necedad y terquedad son parte del sistema superficial de estos tiempos críticos. Reconocen lastimosamente tarde que ser persona importante, culta y elegante es una responsabilidad que implica hacerse cargo del regalo de vivir con humildad.